viernes, 8 de diciembre de 2017

Ni más, ni menos

Duele  la vida.
Duele el olvido
duele el saber
que puedo
haberte perdido.

No tengo más sangre
en las venas
que los versos
que siempre te escribo
y las palabras
que resuenan como ecos
en los portales huecos
de los edificios.

La he cagado
la he jodido

El daño está hecho
y yo estoy perdido

No se que hacer
no se que decir
solo sangro y sangro
perdido en el abismo

La cabeza es un espectáculo
un impulso de mis venas
a seguir respirando
pero ya no más vivo.

Las balas que entran
por las que salen
el miedo cobarde
de no tener la amalgama
que embalsama mi cuerpo.

Te quiero

Te quiero y me muero
de pensar que te he roto
de pensar que te he herido por dentro.

Me muero y te quiero
de saber que quizá
este sea el ùltimo
poema que te escribo.

Que me has dado más
de lo que me ha dado el tiempo
y aún con todo mi esfuerzo
a penas llego a compensarte un recuerdo.

Lo siento.
No se si valgo
o no valgo
pero lo intento.

De todo esto
quiero que te quedes
con que te quiero.
Ni más, ni menos.
Que el resto
es sólo silencio.

V

El infierno es
un paseo por mi vida.
El paraíso, inalcanzable
para el que aspira
a ser viento
en la boca del aire.

miércoles, 22 de noviembre de 2017

IV

No se cual es mi estado
o cuales son mis pensamientos,
está todo emborronado
en una nube de polvo
y medicamentos varios.
Tengo el miedo que me oprime,
la certeza de que no es cierto
y el cuerpo de no saber digerir
ni lo bueno, ni lo malo.

Solo quiero salir
y ver el mundo erguido
ante los peldaños del suelo
y ver esculpido en un árbol
con letras grandes, mi epitafio.

Saber querer decir
correctamente
que no hay espacio,
ni lugar, ni momento
en el que no piense en ti.

Que siento muertos los labios
de las ansias que tengo
de morder los tuyos
y hervir mi sangre destilada
en alambiques y tubos de ensayo.

Te quiero cuerdo y sano
tanto como herido y roto
y siento que tu también,
aunque los miedos pesen
en el rincón de mi pecho.

Y a veces sea demasiado
y me ahogue en el descuido
en el suspiro que dura una vida

si es contigo.

miércoles, 27 de septiembre de 2017

Casa Encendida

Existe un punto crítico
entre la certeza y la verdad
entre el asombro y el miedo
Existe una bifurcación
de nuevas tendencias
lo que puedo y lo que quiero
Arremolinándose entre espejos
de oro y mimbre barnizado.
Existen los "Vientos del pueblo"
y el viento que repite tu nombre.
Existe una borrachera sin noche
de la que me arrepentiré todos los días.

Existe alguien que me mira
No se si bien o mal
y unos pocos que me admiran
aunque no saben porqué.

Existen muchos que me odian
por saber muy bien lo que saben
y otros tantos que ignoran
la realidad por siempre escondida.

Existe una vida que quiero
Un anhelo desperdiciado
una casa encendida
en el lugar de donde vengo.

Existe miedo a la soledad
anudados en 100 años
de vagar por la deriva de los sueños.

Existe el silencio cuando te marchas
y la culpa me acuchilla los orgasmos.

Existes tú.
Y eso no cabe en una única vida
Quizá solo sea cuestión
de racionar los besos
y esperar que se recompongan
uno a uno mis huesos.

Hermano

Tengo un hermano
que dejó de serlo hace años.
Tengo un recuerdo imborrable
una risa contagiosa
y el miedo en sus ojos de niño.
Tengo un dolor menos profundo de lo que quisiera
y una promesa que nunca llego a cumplirse.
Tengo una herida en las manos
de jugar demasiado fuerte algunas tardes.
Recuerdos borrosos y noches de miedo en el cajón.
Tengo un recuerdo de lágrimas sinceras
brotando de una vida rota por malas decisiones.
Tengo un espejo de lo que nunca seré.

Tengo un hermano que grita desesperado
Tengo un hermano que se muerde las manos
hasta hacer sangrar el mundo.

Tengo un delirio de verle entre las caras
de gente que nunca he conocido.

Tengo un adiós inacabado
y la incerteza de saber lo que pudiera haber sido.

Tengo una llamada, un llanto quebrado
un giro de 180 grados
hacia el abismo.

Tengo un no saber decir,
un no saber hacer,
un no poder vivir.

Pero solo a ratos.

Menos

de los que se le deberían

a un hermano.

Recuerdo

A veces recuerdo cuando te conocí.
No la primera vez que hablamos
sino aquella vez, bajando del bus
La primera vez que te vi.
Que tus ojos y los mios se cruzaron
y sin saber nada, sabía todo.
Lo sentí.
Quería abrazarte.
Lo recuerdo.
Recuerdo mi cumpleaños, la tarjeta, la mancha en tu sueter.
Recuerdo que chispeaba
pero tu no necesitabas paraguas
y yo sólo quería sentir tu calor.
Recuerdo un domingo, un abrazo, un beso.
Recuerdo llorar de felicidad al llegar a casa,
sentir la necesidad de parar el tiempo.
Recuerdo sentir algo que no cabía en mi pecho.
Recuerdo estar vivo...

Recuerdo...

Y ¿sabes?, aquellos recuerdos, pasaron de sueño a realidad.
Y ahora, tras casi medio año
comprendo que son mi vida.
Y que yo, soy de tí y tu de ,  aunque los pronombres posesivos, no posean a nadie.

Recuerdo que te quise
Recuerdo que te quiero
Recuerdo que te querré

Aunque no sepa dar más de mí.

Aunque sólo sea parte del azar, un trozo de polvo en el universo.

De alguna forma, prometo hacerte feliz.
Prometo hacerme feliz.

Aunque no sepa como.

Aunque no sepa pensar si no es en tí,

Algo se me ocurrirá.

Porque mis palabras, solo saben contar nuestra historia.

lunes, 17 de abril de 2017

III

Los árboles alicatados
son siempre nidos de alimañas
y las ganas de escribir menguan
al saber que no estás cerca.
Guardaremos para mañana
lo que no podamos comer hoy
y barreremos los rastrojos del alma,
aún sabiendo que el vacío
sigue rondando mis pestañas
y las raices en mis pies ahora forman
nubes de algodón y viejas telarañas.