martes, 22 de diciembre de 2015

Imposibles

Hoy tengo ganas de rendirme,
de dejar el mundo girando
y yo quedarme dormido
 en lo más profundo de tus ojos.
Voy a dejar de luchar contra imposibles,
porque se que no me amas
y aunque me siento aturdido
creo que puedo hacerlo mejor.
Voy a romper con la utopía
que es quererte por siempre,
hoy me conformo con verte
y saber que existes.
Carbonizar mis deseos 
en el fuego de un "tal vez"
seguir caminando con el peso 
de un inacabado verso.
Romper en pedacitos de ti
los latidos de mi alma,
aguantar el dolor y la congoja
la agonía en el pecho.
Sentirte cerca y a la vez lejos,
mirar atrás 
entre dos espejos
y no saber quien soy.
Enhebrar nuestros brazos
esquivando las farolas,
luchar uno con otro, borrachos,
las penas y el miedo.
Sugerir una tras otra
palabras que escapan y no llegan,
palabras que son nuestras
y que queremos decir.
 Palabras que maldicen las horas,
palabras que arden
como la imagen 
de tu boca en mi boca,
como los lejanos ecos siniestros
que nunca llegan a nuestros oídos
y entre susurros gritan: 
"Te quiero"

jueves, 10 de diciembre de 2015

No me necesites

Que el rumbo me lleve por donde quiera,
no importa la distancia, ni la altura
si sobrevuelo el clímax de tu ombligo.
No importa si caigo,
moriré haciendo lo que quiero.
Volar entre los cisnes negros
que son como nubes, tu pelo.
La letanía del amor sin consuelo.
No me necesites, yo no lo hago
pero quiéreme sin rumbo fijo,
dame tu tiempo infinito
y que los pastos lejanos
griten al son de nuestros besos.
No despliegues latidos
que no tienen dueño,
guárdalos para quien te sea querido
y nunca, nunca juzgues la patria del herido
que fue rey y lo dio todo por ti.
Rompe aviones de papel
por cada hombre solo.
Que entre tus labios y los míos
sólo hayan palabras y viento.
Que en mi nuca golpee tu aliento
cuando creo que te veo y sólo hay silencio.
Pero no te olvides de lo dicho,
entre el suelo y el cielo
no hay ave, ni peregrino,
sino cometas que vuelan
como las noches que pasé contigo
aquellas frías noches de invierno.

lunes, 7 de diciembre de 2015

Sueños de escarcha

Te encuentro en sueños,
despierto el cuerpo
dormida la mente.
Aún te veo, creo
alejarte entre la gente
cada vez que cierro los ojos.

Algo has movido dentro
y no se que es
pero a veces siento
que eres más
 de lo que quiero
y me muero por verte.

Si, al menos, pudiera tenerte
esta noche un segundo,
que la vida sea breve
no me importa 
que sean dos horas
o tres segundos.

Déjame soñarte
recordar tu sombra,
sentir tu calor latente
como el batir de las olas,
el beso en tu frente,
la necesidad de tu boca.

Unos ojos negros, expectantes
el Sol, la aurora,
nuestro lago refrigente
la escarcha en las hojas
tu pecho,
ardiente.

El reloj dormido 
en las rocas,
el despertar,

mi muerte.
 

sábado, 5 de diciembre de 2015

Atado a ti

Y vuelven otra vez
los recuerdos manchados,
tinta y sangre mezclados
en un tapiz de fuego y carbón.
Y mi alma cansada
de ser el esclavo
que mueve los pies
sin cadena, ni eslabón,
sin barro, ni mugre,
pero, en fin, atados
como la cuerda que une
la cabeza y el cuello,
la vida y la muerte
del ahorcado.

Nadie

Usurpando 
el trono de la discordia
siento que debo gritar
algo funesto y terrible,
sin misericordia.
Hacer vibrar el tiempo
y que los pasos de mil hombres
atraviesen tierra y aire.
Vanagloriarme en las penas
y tejer, apócrifamente,
mi piel impermeable.
Romperte el corazón
y correr.
Desangrarme el alma
y sentir
que no soy nadie.

Dos ángeles

Ayer, cuando aún era verano,
conocí a dos personas,
dos ángeles del cielo
que me regalaron
lo que nunca pedí,
lo más puro y dulce.
Hay que sentir
lo que se dice
con el alma 
en cada hueso,
como los enamorados 
y sus besos, 
para poder saber
como son ellas conmigo.
Puede sonar extraño,
no es que sea dramático
es sólo que me gusta ser sincero.
Y hoy debo decirlo
alto y claro
habéis hecho en mi
lo que nadie pudo en el pasado.
Aquí queda escrito,
para vosotras,
mis amigas, mis compañeras,
mis confidentes sin reservas.
"Las que siempre soñarán
que vuelan, despiertas"

Nerviosa

Estás nerviosa.
Mis manos juguetean
con tu pelo negro noche.
Por un segundo me olvido
de las penas, 
del dolor, 
del derroche
que es tenerte cerca
y no perder el sentido.
Una risa inquieta,
una mirada,
un simple roce,
cualquier cosa desata
dentro de mi pecho
universos de placer y colores.
No se bien que siento
cuando te miro y no te veo,
pero necesito que me grites
que me quede para siempre,
esta noche contigo.