Hoy tengo ganas de rendirme,
de dejar el mundo girando
y yo quedarme dormido
en lo más profundo de tus ojos.
Voy a dejar de luchar contra imposibles,
porque se que no me amas
y aunque me siento aturdido
creo que puedo hacerlo mejor.
Voy a romper con la utopía
que es quererte por siempre,
hoy me conformo con verte
y saber que existes.
Carbonizar mis deseos
en el fuego de un "tal vez"
seguir caminando con el peso
de un inacabado verso.
Romper en pedacitos de ti
los latidos de mi alma,
aguantar el dolor y la congoja
la agonía en el pecho.
Sentirte cerca y a la vez lejos,
mirar atrás
entre dos espejos
y no saber quien soy.
Enhebrar nuestros brazos
esquivando las farolas,
luchar uno con otro, borrachos,
las penas y el miedo.
Sugerir una tras otra
palabras que escapan y no llegan,
palabras que son nuestras
y que queremos decir.
Palabras que maldicen las horas,
palabras que arden
como la imagen
de tu boca en mi boca,
como los lejanos ecos siniestros
que nunca llegan a nuestros oídos
y entre susurros gritan:
"Te quiero"