lunes, 12 de septiembre de 2016

Café Clandestino

Joder, que bien
me sienta el café de la mañana,

cuando me levanto
y tengo resaca de olvidar
más seis o siete copas
de brandy, ginebra o coñac.

Pero que bien
que me sienta este café,

que me ayuda a alejarme
del recuerdo de esos labios
que no eran mios, en tu boca,
del olor, del sudor, de las gotas.

Y en el baño un sentimiento
extraño, más suyo que nuestro
un baile, las notas, la guitarra
y ese 'Shine on your crazy diamonds'
realmente jodido en el pecho.

Pero joder, que bien
me sienta este café,

que me hidrata de todo
lo que podría haber gritado
o de lo que podría haber sido
sin ser, por supuesto, nada.

Que ya me cansa
que siempre es lo mismo
la mente rayada y
los versos en la garganta
                                       
                                              Escociendo.

Que no puedo seguir resumiendo
las noches de resaca
en este café clandestino
que me resucita cuando no puedo morir

Pero joder, que bien
está el café por las mañanas

y      que   jodido   el     camino