domingo, 20 de noviembre de 2016

Pretexto cobarde

Había en el aire cierta magia
quizás fuera la gente con pancartas
o una mera ilusión del recuerdo,
pero allí estaba buscándote.
No sabía de tu vida, de tus tacones
ni de aquella camisa de tu padre
pero sabía que eras grande,
aún siendo tan pequeña.
Y recuerdo que te ví, risueña
Con carita de ángel, tímido,
puede que asustado, no se,
pero hubo un impulso en mí,
un ensoñamiento repentino,
un "¿Joder, de donde sale!?"
Que me oprimía
sin dar tregua un sólo instante.

No se que pensaste tú al verme
pero aquellas cervezas
Y un saxo ronroneándote baladas
eran un pretexto cobarde
para acercarme y
sentir como respirabas,
como late el alma
que guardas con llave.
No lo conseguí, pero no es tarde,
creo.

Luego una despedida,
que ahora me quema
como el fuego intenso que arde,
esa llama, que no ha podido apagarse
desde que te ví,
por un instante,
por un segundo
Y pensé:

"Joder, ¡es perfecta!

¿De dónde sale!?"

miércoles, 9 de noviembre de 2016

Días impares

Todo me sabe a nada,
si es para volver a ver
esos ojos de mar nocturno,
de dunas de desierto sin luna,
de estrellas de cielo,
remanso de aurora,
estupor clandestino,
de noches sin laguna
en el fondo del oceano.

De la vida sin prisa
Y la prisa en juego de lo diàfano.
Del amor adolescente,
del gitano y su guitarra
cantando rumbas en tu nombre.
Que los mares de aquella patria etrusca
son heridas de bala en la nuca
de  muerto en la cuneta,
como mi maestro poeta
que fue García Lorca.

El olvido de tus labios,
el sabor de los recuerdos

y la duda...

Que corroe los poros
y el sudor de espigas
en los párpados amortajados
bajo la mesa color caoba
entallada en bisel de labios
2'50 en el chino de abajo.
Y las gatas callejeras
riegan la noche plañidera
con un maullido incesante
de cariños no verbales y berrea.
Que no hay tregua sin pelea
ni atasco que valga serlo fuera de la M-30.
Que me arde la vocación en el pecho
como cada cigarro que añoro
un lunes festivo sin tabaco.
Que estoy bebiendo esta mistela
en honor de la tela descosida
de tu recuerdo enmarcado.
Y la lluvia ya no sabe como antes
como cuando mordias fuerte
y salía un "No pares"... de la garganta.

Que los días impares
no madruga la madrugada
y los bares te persiguen...

A ras de minifalda.

Y la luna es más cobarde
y los sueños disfraces
de lamentos quedos y angustias
y las tres o cuatro golondrinas que  quedaban
son ahora palomas aforadas en ginebra
y los placeres de verte
son intrusas y malevolas musas.

Y soñarte nunca fue tan lindo
ni los besos tan reales.

Que ya no queda más adentro
"Un chupito compadre"
y que la suerte sea vuestra
cuando a mi no me acompañe.

No me esperes despierta,
que a veces me entretengo
y casi siempre     

                             llego tarde.